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La profesora bruselense Amal fomenta la pasión por la lectura y la libertad de expresión de los alumnos, a pesar de los riesgos. Su enfoque audaz deja huella en los estudiantes y las familias. Para empezar, debo admitir que empecé con el pie izquierdo al menos durante la primera mitad del metraje. Me sentí un poco desconectada de la historia: ¿hay algo que quieran decirnos? Es realmente una pena que el fanatismo religioso y el fundamentalismo tengan un impacto tan grande en tanta gente que hacen todo lo posible para intimidar o incluso eliminar a quienes no creen. Mi problema inicial con la historia en cuestión fue que asumí erróneamente que los cineastas estaban tratando de informarnos de que hay personas que ponen el Corán y la Sharia por encima de las leyes nacionales y, por lo tanto, ignoran lo que consideramos normal (lo llamamos «civilizado») para ser tolerantes con otras creencias. Ahora me corrijo, sabiendo que no estaban predicando. Además, ahora en una nota positiva. Primero, lo que me atrapó fue el reparto creíble y las circunstancias aún más creíbles de la escuela donde se desarrolla una parte importante de la historia. Lo mismo ocurre con los padres y el vecindario, que se pueden encontrar en cualquier gran ciudad de cualquier país. Para mí, el desarrollo cobró fuerza debido a algunos giros inesperados de los acontecimientos que mantuvieron a flote la historia, y yo mismo estaba interesado en la reunión con los protocolos. Los problemas fundamentales se hacen evidentes y hacen avanzar la historia, lamentablemente sin un desenlace obvio. Estas reuniones me hicieron sumergirme profundamente en lo que sucedió, al mismo tiempo que nos mostraron lo difícil que es decidir un enfoque equilibrado sobre los temas de la agenda. En tercer lugar, también somos testigos de la fuerte influencia de las redes sociales. Aquí no solo importan las amenazas directas. También, que todo el mundo habla de ti sin conocer los hechos reales, pero sin embargo forma opiniones que se propagan como un reguero de pólvora. Es fácil darle me gusta a una publicación, incluso cuando no estás completamente de acuerdo con ella, puede suceder rápidamente, sin pensar. Además, escribir texto negativo también es muy fácil, reforzado por el anonimato que viene con las cuentas no verificadas. Todo esto conduce a una tormenta mediática imparable. Antes de Internet, teníamos el cementerio, la carnicería y el bar para intercambiar chismes. No, ahora tenemos un medio mucho más rápido, con mayor cobertura y velocidad. Esto nos deja sin solución, pero ¿hay alguna? En general, no es un documental que demuestre que los fundamentalistas se están convirtiendo en un problema mayor, como estoy seguro de que los realizadores saben que ya sabíamos. Es una historia del mundo real en una escuela real y sus alrededores, profesores reales y estudiantes reales con familias en casa que también están involucradas. Vemos personajes creíbles en sus respectivos papeles, incluso los papeles antipáticos.