Las cocinas para viviendas de alquiler deben ser funcionales, resistentes y prácticas. Deben tener una buena calidad de materiales y acabados, para que sean duraderos y resistentes al desgaste. Los electrodomésticos y los armarios deben estar diseñados para un uso diario fácil y cómodo, para que el usuario no tenga que preocuparse por el mantenimiento y la limpieza. Los pomos, grifos y demás elementos de la cocina deben ser fáciles de manipular y limpiar para garantizar una experiencia agradable. Las encimeras, deben ser resistentes. Es importante que el diseño de la cocina se adapte al espacio disponible y a los gustos del usuario.